Por
Rogerio Ruschel (*)
Dia 17 de agosto de 2016 o portal especializado
espanhol Vinetur publicou um artigo com um retrato atualizado do mercado
brasileiro enquanto produtor, consumidor e importador de vinhos. Entre outras considerações, o artigo diz que
90% de nossa produção é de vinhos de qualidade inferior e que o Brasil tem
potencial porque é grande e tem baixo consumo per capita e também porque
aceitamos conviver com uma “cultura de altas margens de lucro”. Como a Espanha
é um dos tres maiores produtores, consumidores e exportadores de vinho do mundo
e a Vinetur é séria, tem grande penetração nos
trades vinícolas espanhol e europeu e frequentemente publica estudos e
pesquisas, creio oportuno que meus prezados leitores ou leitoras tenham acesso
a essa informação para responder a pergunta: afinal, eles estão certos? Será que portugueses, franceses e italianos também pensam assim?
Para evitar problemas na tradução publico
o artigo a seguir no idioma original. Estou publicando algumas imagens infográficas
para enriquecer a leitura. As fontes estão no final da matéria.
“La
República Federal de Brasil tiene una población de 204 millones de habitantes,
lo que lo convierte en el mercado más grande de América del Sur, con
aproximadamente la mitad de la población total de ésta. El mayor núcleo
poblacional se encuentra en la región Sureste con un 42% del total esta. La
mayor concentración se da en el estado de Sao Paulo con más de 40 millones de
habitantes, especialmente en el área metropolitana de Sao Paulo, que con 22
millones de habitantes suele considerarse la tercera mayor urbe del mundo.
A
la hora de entender el mercado brasileño del vino conviene recordar que Brasil
es un país productor, sin embargo, solamente el 10% de sus vinos proceden de
uvas Vitis vinifera, por lo que según los estándares tradicionales no sería
considerado vino. Esto lleva a que su producto nacional sea de inferior
calidad, y existan dos tipos de vino, según la normativa brasileña: "vino
de mesa" elaborado con uvas de peor calidad, y "vino fino",
elaborado con Vitis vinifera, y donde compiten los vinos importados en Brasil.
Los vinos "finos" suponen alrededor del 30% del consumo de vinos en Brasil.
Por
lo tanto Brasil necesita abastecerse de vinos importados para satisfacer su
demanda. En 2015 Brasil fue el 16° mayor importador mundial en volumen y el 13°
en valor, con 82 millones de litros por valor de 292 millones de dólares.
Las
importaciones de vino han visto un crecimiento muy elevado en los últimos 10
años, duplicando el volumen de vino importado desde 41 a 82 millones de litros,
y casi triplicando en valor, de los 100 millones de dólares en 2005 a los 292
en 2015.
Los
vinos importados suponen alrededor del 80% del vino "fino" consumido
en Brasil. Estas importaciones provienen, en su gran mayoría, de seis
proveedores, Chile, Argentina, Francia, Italia, Portugal y España, que suponen
el 96% de las importaciones de vino brasileñas.
Chile
es con diferencia el principal proveedor con un 45% de las importaciones en
volumen y 37% en valor, seguido de Argentina. Ambos países disponen de
situaciones comerciales privilegiadas con Brasil al ser parte integrante de
Mercosur (Argentina) o país asociado (Chile), por lo que la fiscalidad impuesta
al resto de países y la logística les permite ofrecer unos precios más
competitivos.
Las
exportaciones españolas a Brasil en los últimos 5 años se han mantenido
estables, si bien de 2011 a 2013 crecieron, en el último par de años han
disminuido levemente.
Las
pautas de consumo de vino en Brasil difieren de estado a estado, si bien la
media de consumo per cápita del país se coloca cercana a los 2 litros, no todos
los estados consumen vino por igual. Si bien en estados del norte ese consumo
no llega a un litro per cápita, en estados como Rio de Janeiro, más turísticos
o con más tradición, este puede alcanzar los 4,8 litros per cápita.
La
mayor parte del vino se compra en establecimientos como hipermercados y supermercados
para un consumo posterior en casa. Gracias a la mejora paulatina de la
capacidad económica de los brasileños y una mejoría de la cultura del vino se
ha podido apreciar un incremento en el precio medio del litro, situándose en
torno a los 31 reales brasileños por litro. Esto nos deja un gasto per cápita
de 62 reales anuales para el conjunto de Brasil.
A
la hora de calcular el precio de venta de un vino en Brasil debemos recordar
sin embargo los diferentes factores que influyen. El primero es el elevado
arancel para los productos no provenientes del área de libre comercio Mercosur.
Este impuesto es del 27%, y la forma de aplicar impuestos brasileña en cascada
hace que este 27% repercuta en el resto de impuestos a pagar, lo que hace que
el vino importado compita en desventaja clara, además existen otros impuestos
además del de importación, como son el Impuesto a Productos Industrializados
del 10%, las tasas sociales Pis 2,1% y COFINS 9,65% y el ICMS, similar al IVA
español, del 25%.
El
segundo factor a considerar es la cultura de elevados márgenes comerciales. Los
importadores pueden aplicar un margen de beneficio entre el 70% y el 90%, los
establecimientos de venta al por menor entre un 40% y un 50%, y el canal Horeca
en torno al 100%. Esto nos lleva a que el vino llegue al cliente final con un
precio entre 4 y 6 veces su valor CIF.
Dentro
de los lineales de supermercados sólo los vinos franceses, italianos y
portugueses cuentan con espacio propio diferenciado. Los vinos vinos
australianos, sudafricanos, californianos y españoles se encuadran dentro de
"otros vinos". El paulatino incremento de la cultura vinícola en el
país y los esfuerzos de comunicación y promoción están llevando a un paulatino
incremento del conocimiento del producto.
El
principal agente de entrada en la cadena de distribución brasileña es el
importador-mayorista, aunque últimamente está ganando fuerza que las cadenas de
supermercados realicen importación de manera autónoma, comprando directamente
al exportador. Son además las cadenas de distribución de supermercados e
hipermercados las que representan la mayor parte de las ventas de vino en
Brasil, donde el consumidor lo compra para consumirlo posteriormente en su
casa.
Se
puede decir que las importaciones de vino se enfrentan a varias barreras de
entrada, entendidas en sentido amplio incluidos los aranceles e impuestos
mencionados. El proceso de importación puede ser extremadamente burocrático y
dilatado en el tiempo, siendo necesario obtener una licencia de importación
previamente a comenzar la importación, además de las certificaciones necesarias
en el caso del vino, y los requisitos de etiquetado.
Existe
en todo caso una situación de falta de competitividad por el elevado impuesto
de importación, que no soportan los vinos procedentes de Chile y Argentina, al
disponer de acuerdos comerciales preferenciales, como se ha indicado.
Tras
dos años consecutivos de caída del PIB en torno al 3% y una inflación del 10%
que han hecho que se desplomen los índices de confianza del consumidor y de los
empresarios del comercio a mínimos históricos, estos datos junto a subidas de
impuestos hace que el entorno macroeconómico y regulatorio no sea el más
halagüeño para el sector. A pesar de ello podemos apreciar cómo el consumo de
vino se ha mantenido estable, mejorando los indicadores de otros productos, que
sí han visto reducidas sus importaciones en gran medida.
Las
exportaciones españolas a Brasil aumentaron en volumen durante 2015, reduciendo
su precio medio. La evolución de los precios y volumen de importaciones de vino
brasileñas hace pensar que se mantendrá de forma positiva pese a la marcha del
país. Siempre debemos recordar a la hora de plantearnos entrar en Brasil que se
trata de un mercado con mucho potencial de crecimiento dado su bajo consumo per
cápita y gran población, lo que sumado a la falta de conocimiento del producto
español hace que el potencial de crecimiento de éste sea elevado.”
Fonte – Portal Vinetur: https://www.vinetur.com/2016081725080/brasil-dispara-el-consumo-de-vino-en-los-ultimos-10-anos.html
Em janeiro de 2015 In Vino Viajas já havia retratado o mercado brasileiro em 2014 - veja aqui: http://invinoviajas.blogspot.com.br/2015/01/afinal-porque-vinhos-do-chile-argentina.html
In Vino Viajas apontou a
interferência da política externa no mercado brasileiro de vinhos; veja aqui - http://invinoviajas.blogspot.com.br/2015/01/a-interferencia-da-politica-externa-no.html
(*) Rogerio Ruschel é editor de In Vino Viajas em São Paulo, Brasil, e para não ficar acostumado com altas margens de lucros em vinhos e outros produtos, simplesmente ignora produtos caros
Este comentário foi removido pelo autor.
ResponderExcluir1. A análise do portal espanhol Vinitur é absolutamente correta. Os fatos nominados é do conhecimento de todos os que operam no mercado brasileiro de vinho. Baixo consumo per capita, altas margens de impostos e ganância ou lucro tornam os vinhos aqui consumidos uns dos mais caros do planeta. Por outro lado, tem o Brasil o maior mercado em potencial do mundo e em contínua expansão, sendo hoje o único país que dobra, à cada década, seu percentual de consumo. O presente e o futuro tornam o Brasil um país muito interessante para aqueles que se dedicam a comercializar a bebida de Baco.
ResponderExcluirTenho certeza que um dia vamos realizar este potencial, Paulo Cesar. Abraços
ExcluirInteressante como o produtor nacional de vinho fino não trabalha para aumentar sua participação.
ResponderExcluirO empresário brasileiro ainda precisa aprender muito.
Excelente o artigo, parabéns por publicá-lo.
Obrigado, Felipe. O Brasil tem uma liç∫ao de casa muito grande a fazer. Abraços
Excluirexcelente artigo, cheio de verdades e de todo tipo de dados e argumentos para embasá-las. burocracia, baixa qualidade da produção nacional, carga tributária absurda, produtores locais se esforçando para obter salvaguardas. difícil acreditar em melhoras no futuro.
ResponderExcluirobrigado por trazer esse estudo, Rogério.
Obrigado, Eduardo. Mas vamos pensar positivamente: vamos ter melhoras no futuro! Abraços, Rogerio
ExcluirEles não erraram por muito... a produção de vinho e espumante com viniferas é de cerca de 15% da produção total... no resto estão certos...
ResponderExcluirO mistério é como a venda de vinhos finos está subindo 10% em 2016 mesmo com aumentos de mais de 30%... (os espumantes estão em queda, mas como o consumo ainda é bastante sazonal só no fechamento do ano para saber mesmo a variação)
Interessante que eles publicaram aquele velho gráfico dos impostos que na época era meio furado, já que o IPI de R$ 0,73 por garrafa não era nem perto de 20%. Agora ficou mais realista, pois se o IPI ainda não é 20%, o ICMS já passou de 25% em quase todos os estados...
Meu caro leitor desconhecido, o gráfico foi preparado pelo Instituto Brasileiro de Planejamento Tributário, é antigo e fui eu quem publicou em 2015 e re=publiquei agora, apenas como infográfico. abraços
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