Texto de Mariana Gil Juncal, portal Vinetur,
editado por Rogerio Ruschel
Meu querido leitor ou leitora, recebo muitos
press-releases pedindo divulgação para prêmios que nossos vinhos recebem em
concursos no exterior. Isso é muito bom, é claro, mas não basta para termos o
que eles chamam de “prestígio internacional”. O prestígio corporativo está na
liderança, em contribuir para a atividade, em deixar um legado – e será que
estamos fazendo isso? Creio que no que se refere a questões de sustentabilidade,
iniciativas em rrelação a mudanças climáticas, a resposta é não, como tenho
pubicado aqui e o texto abaixo demonstra com clareza.
Este artigo foi publicado no portal espanhol
Vinetur, na sequência da cobertura do evento Wine Innovation Summit – terceira
edição, realizado por meio online dia 11 de novembro. Especialistas e
representantes de diversos países participaram e a conclusão a que chegaram foi
a de que o futuro do vinho está na inovação com foco na sustentabilidade –
econômica, social, ambiental, cultural, agronômica, estratégica, climática, etc
e tal. Esse tipo de conclusão tem se repetido mundo afora. E já que não tivemos
brasileiros participando, publico este artigo de Marina Gil Juncal, para
informar algum eventual interessado no futuro do vinho brasileiro. Veja o
texto, no original espanhol em respeito a nossos colegas/concorrentes vizinhos
do Chile, Uruguai e Argentina, que participaram do evento.
“La tercera edición del Wine Innovation
Summit, bajo el lema "El camino para una industria vitivinícola
sustentable" reunió a referentes del mundo del vino de Europa y Sudamérica
para compartir logros y objetivos en pos de un vino cada vez más sostenible.
En el mundo entero la sostenibilidad pasó de ser
simplemente un concepto abstracto que da prestigio sumar en cada comunicación
para volverse algo tangible y fundamental para proyectar una industria del vino
a largo plazo. Por eso, todos los integrantes de la cadena de valor del vino
trabajan fuertemente en potenciar y mejorar la sustentabilidad, ya sea desde la
incorporación de tecnología para ahorrar recursos o energía hasta cambios en
packaging y/o tapones.
Si para hacer un buen vino es ineludible contar con
una buena uva, los cuidados en la viña son fundamentales para que el camino del
vino comience con buena estrella. Juan Ignacio Losada, gerente industrial de
Agrinet, quienes desde hace 30 años trabajan en la protección de cultivos,
explicó por qué es necesario contar en el viñedo con un sistema de malla
antigranizo. "Con el cambio climático las tormentas son cada vez más
agresivas y frecuentes y además hay una mayor irradiación solar que mancha las
uvas.
Y por si todo eso fuera poco, la protección de la
malla acarrea un ahorro hídrico" comenzó el experto quien detalló que
además hoy es vital contar con tecnología aplicada para cuidar los viñedos como
el riego por aspersión para protegerlos de las heladas y que los diferentes
tipos de tejidos existentes en las mallas dan la posibilidad de proteger los
cultivos de las malezas y reducir utilización la cantidad de herbicidas.
Si profundizamos en la unión de vino y tecnología,
hoy en día todo cambia si una bodega puede contar en su finca con un sistema
autónomo de monitoreo de cultivos como Metzoo, una solución smart agro que
además gestiona el cultivo con el foco puesto en la gestión hídrica. "¿Por
qué es necesario un smart agro? Porque a nivel mundial, el 70% del agua dulce
se utiliza para la agricultura y la producción va a duplicarse para el 2050.
Los expertos en agricultura requerían datos para mejorar la sostenibilidad y
necesitaban el socio tecnológico adecuado para hacer realidad su visión.
Así, quienes sumaron este tipo de tecnología
pasaron de consumir 7 litros de agua a 3,5 litros de agua por litro de vino
producido, con una mejora en el rendimiento producto ya que algunos pasaron de
producir 9 mil kilos por hectárea a 13 mil. Para muchos este tipo de tecnología
es el futuro de la agricultura" cuenta entusiasmado Pablo Poza, business
development manager de Edrans, los desarrolladores de la solución smart agro
Metzoo quien agrega que "es una solución que promueve la sustentabilidad,
porque gestiona un recurso crítico y escaso como el agua".
A partir de la gestión precisa del agua, Poza
afirma que se generan mayores términos de calidad del vino lo que permite hacer
una trazabilidad de la huella hídrica, tomar decisiones más rápidas y más
precisas, ya que no se riega por regar sino que se sabe qué precisa cada lote
en particular. Además de perseguir el triple impacto: ser económicamente
rentables garantizado en el uso más eficiente que conlleva ahorros directos en
gestión hídrica y ser amigables con el medio ambiente.
Desde Uruguay, Pedro González Santiago, enólogo y
asesor externo en Viticultura del Instituto Nacional Vitivinícola (INAVI)
presentó el proyecto en el que están trabajando sobre certificación de uva
sustentable. "El objetivo del programa de viticultura sustentable para
producir uvas diferentes a través de fondos de tecnología agrícola logró
financiar gran parte del sistema de viticultura sustentable del país"
comienza orgulloso González Santiago quien subraya que su objetivo era hacer
conocer las ventajas que tenía el programa a productores que estuvieran
dispuestos a asumir el riesgo que implica renunciar a una serie de principios
activos y optar por un nuevo sistema de trabajo que incluye un registro
estricto de todas las operaciones que se realizan en el viñedo.
Actualmente tienen un 20% de la producción cubierta
por el programa que representa un 22% de la producción nacional en kilos y
estiman que rápidamente alcanzarán un 50% de la superficie nacional cubierta
por el programa de producción sustentable o sostenible.
¿Cómo están trabajando actualmente las bodegas la
innovación sustentable?
Andrés Valero líder de Sustentabilidad y RSE de
Grupo Avinea -con marcas reconocidas a nivel mundial como Argento, Otronia,
Cuesta del Madero y Cruz de Piedra- confiesa que "todos los proyectos
nacieron buscando la expresión del terroir y la pureza de la fruta por eso
tenemos 355 hectáreas certificadas de producción orgánica. Pero actualmente el
desafío es cómo dar un paso más, cómo transformar esta filosofía de producción
enológica en un modelo de negocio hacia la sustentabilidad. Y para que sea un
modelo de negocio tiene que ser un modelo de adaptación y resiliencia que
detalle cómo nos vamos a adaptar al cambio climático y a los cambios de
percepción en los consumidores".
Desde el otro lado de la Cordillera de los Andes,
Bárbara Lewin, gerente de Marketing Corporativo de la chilena Viña Aresti,
confiesa que la sustentabilidad es parte fundamental de la empresa en la
búsqueda de la excelencia. "La estrategia está basada en 4 pilares: la
calidad del producto con el menor impacto posible; el medio ambiente, con
buenas prácticas medioambientales y biodiversidad; los procesos, con gestión de
insumos y reciclaje entre otros; y las personas como eje fundamental para crear
valor para los colaboradores y la comunidad" cuenta Lewin quien agrega que
desde el 2014 están certificados como sustentables en el código de vinos de
Chile en las todas las áreas: agrícola, RSE, medioambiente, bodega y procesos.
Este código de alcance internacional actualmente cuenta con 80 bodegas
certificadas en el país, lo que representa el 80% del vino exportado y
embotellado.
Como la importancia de la reutilización del agua es
fundamental Viña Agresti está con un proceso de microfiltración de
recirculación del agua del lavado interior de la botella, es decir, el agua
utilizada no se descarga ni se pierde, sino que se recoge y se envía a un
depósito que contiene tres filtros para la purificación del líquido antes de su
utilización. Gracias a este cambio han ahorrado un 8% de agua.
Otro punto fundamental es la eficiencia energética.
Por eso hicieron mejoras en la red de frío: sustituyeron 9 bombas centrífugas
para alimentar la red de frío por 3 bombas de alta presión. ¿Qué lograron?
Bajar tiempos de trabajo de los equipos de frío y disminuir un 40% el consumo
energético.
Y si hablamos de metas, la huella de carbono de las
botellas de vino de la viña es actualmente de 2,15 kilos de Co2 por botella y
su objetivo es reducirla en un 10% para el año 2013 y ser carbono neutral para
el año 2050. ¿Cómo van a llegar a esa meta? Con la instalación de más paneles
solares y con fuertes cambios de packaging para que sean más livianos y
sustentables.
Y claro que la sustentabilidad también llega al
envase y más precisamente a los tapones, por eso desde Francia Bruno de
Saizieu, director comercial & Marketing Global de DIAM Bouchage contó todas
las ventajas de Diam. "En un tapón lo más importante a nivel
sustentabilidad es que preserve el vino y el único tapón en el mundo que tiene
una garantía tapón por tapón es Diam" comienza de Saizieu quien recalca
que hoy en día venden más de 2 mil trescientos millones de tapones en el mundo
(principalmente a Francia, España, Italia, Estados Unidos, Argentina y Chile) y
no tienen un reclamo.
Los cambios en los últimos años han sido cada vez
más vertiginosos y el mercado del tapón no se queda atrás. "Hace tiempo el
llamado tapón tradicional o natural tenía la mayoría en el vino y ahora cada
vez tiene menos participación. Y pienso que entre 5 y 10 años, el 80% de los
tapones serán microaglomerados para no tener más problemas con el vino. Ya que
los problemas que se podían aceptar hace 10 años no se aceptan más"
sentencia De Saizieu quien agrega que los clientes que desde hace años usan
Diam además han reducido notablemente las dosis de sulfitos y algunas bodegas
han llegado a utilizar un 35% menos de sulfito.
Jimena Sánchez Kotliarsky, representante en
Latinoamérica de Amfori, abordó el tema de las auditorías como herramientas de
transparencia y competitividad. "Las tendencias de consumo globales
actuales se pueden dividir en salud personal y salud del medio ambiente.
Y también está la transparencia en las etiquetas,
recientemente regulada en Argentina, ya que los consumidores demandan poder
conocer con claridad cuáles son los componentes de los productos que adquieren
y poder tomar una decisión de compra en base a un conocimiento concreto"
comienza Sánchez Kotliarsky quien agrega que además actualmente está más
presente la conciencia ambiental enfocada al packaging o los envases de los
productos con menos aceptación de packaging excesivos y más penetración de
productos que usan materiales sustentables o alternativos como los plásticos
reciclados.
En el sector del vino concretamente, Sánchez
Kotliarsky contó que un canal sueco hizo un documental llamado Bitter
grapes slavery in the vineyards que visibilizó las condiciones laborales de los
trabajadores de una bodega en Sudáfrica. Y una cadena de supermercados de
Dinamarca tomó la decisión de retirar todos los productos de esta bodega de sus
góndolas hasta que la situación se aclarara.
"Hay grandes desafíos en las cadenas de
abastecimientos ya que actualmente hay condiciones inaceptables de condiciones
de higiene y seguridad, horas de trabajo excesivas, trabajo infantil,
contaminación ambiental y salarios mínimos. Por eso las auditorías son una gran
herramienta para la gestión de estos riesgos" concluye Sánchez Kotliarsky.
Y si hablamos de condiciones equitativas, Mariano
Salerno gestor de fortalecimiento y Desarrollo de Clac Fairtradese centró en
explicar qué es el comercio justo. Entonces ¿de qué hablamos cuando hablamos
del sistema fairtrade? De una alianza comercial basada en el diálogo, la
transparencia y el respeto que busca la equidad de las partes. Actualmente el
Fairtrade es el sello de certificación de ética más reconocido del mundo con
37.000 productos vendidos en 2075 ciudades de 151 países.
¿Cómo está conformada la infografía del vino en el
Fairtrade? "Trabajamos en la fijación de precios mínimos para distintos
productos y para lograr el empoderamiento de los productores; y para que haya
innovación, digitalización y crecimiento en la cadena" detalla Salerno
quien agrega que dentro de lo que es la producción de uva Fairtrade hay tres
países principales en el mundo: Argentina, Chile y Sudáfrica produciendo unos 9
millones de litros de vinos Fairtrade que se exportan desde Latinoamérica
principalmente al Reino Unido, Suecia, Noruega y Holanda. Porque el futuro del
vino además de ser sustentable e innovador sin lugar a dudas tiene que ser más
justo.”