Desenvolvimento
rural saudável com produção de uvas e vinhos em minifúndios com
sustentabilidade territorial, ambiental, cultural, social e econômica. Este é o
foco do “II CURSO
MICROVIÑA - Una herramienta para el Ecosistema Empresarial Rural”,
(fotos abaixo) que será realizado em parceria pela Universidade de Alicante e pela Associação
ELVIART (uma ONG dedicada a preservação do ecossistema mediterrâneo, a cultura,
a literatura e a arte regionais) entre os dias 7 e 15 de Novembro. Um dos
professores será o editor deste blogue In Vino Viajas, jornalista Rogerio
Ruschel, também consultor especializado em marketing e comunicação para a
sustentabilidade socioambiental (na foto acima), que participará como
palestrante internacional convidado no dia 8 de novembro.
Com aulas em salas e no campo (em vinhedos de Muro de Alcoy que praticam os
conceitos), os alunos irão aprender que o agricultor deve
receber um preço justo pelo seu trabalho; que as uvas (como
qualquer produto alimentar) deve ser
obtida através da aplicação de boas
práticas agrícolas, utilizando-se preferencialmente as variedades locais
e respeitando o meio ambiente; que qualquer empresa tem de cooperar com o meio ambiente e promover a cultura local
e que a educação é um
pré-requisito para o desenvolvimento com
sustentabilidade territorial. O
gráfico abaixo resume a proposta do Projeto Microviñas.
O programa propõe mudanças em uma série de paradigmas estabelecidos que já
demonstraram ser modelos superados de ação não-sustentável. Nos sete blocos do curso
serão abordadas questões como a economia do bem comum; novas alianças estratégicas como ferramentas
que aumentam o valor social em pequenas propriedades; modelos de negócios
com benefícios para todos os envolvidos (win-win
business); legislação para a
administração de pequenas empresas e planos de negócios de pequeno porte; conteúdos de biodiversidade aplicada a produtores rurais;
e habilidades e conhecimentos para obter
a excelência e rentabilidade em
áreas de pequenos agricultores, consideradas
minifúndios. Na foto abaixo a utilização de biomassa entre as vinhas como
recurso orgânico produtivo.
(A foto acima é de autoria de Pilar Higuero, conhecida produtora de vinhos
sustentáveis da Espanha). O curso é dedicado a trabalhadores da área de viticultura e vinicultura,
profissionais liberais, investidores, especialistas em agricultura, produtores
de vinho e uva, e as atividades serão
realizadas no Campus Cocentaina da Universidade de
Valência, no Ágora Centro de Alcoy
e nas do instalações Celler La
Muntanya (gestor do projeto Microviñas) em
Muro de Alcoy.
Os professores são especialistas de renome na Europa e o programa será
coordenado por José Luis e Juan Cascant Vicent, um dos criadores do projeto
Microvinhas. O editor de In Vino Viajas, jornalista Rogerio Ruschel (na foto
acima, examinando uma videira na Borgonha), participará como palestrante
internacional convidado no dia 8 de novembro, sobre “Percepción
del valor del minifundio desde el exterior”. Rogerio Ruschel é também consultor
especializado em marketing e comunicação para a sustentabilidade socioamiental
(com clientes como Walmart, Volkswagen, Vale, Bradesco, Gerdau, Votorantim, WWF
e Bayer – veja http://www.ruscheleassociados.com.br/
) e foi professor por mais de 20 anos em cursos de gradução na Pontificia
Universidade Católica de Porto Alegre e de pós-graduação na Escola Superior de
Propaganda e Marketing de São Paulo.
Em seus
artigos e apresentações Rogerio Ruschel lembra como exemplos de minifundios
altamente lucrativos, vinhedos da Borgonha - como os Romanée-Conti, que produz
um Grand Cru caríssimo, em uma área total de 1,8 hectares, desde o século XV -
e em Portugal, especialmente no Douro. Outros exemplos de minifundios
lucrativos estão na Italia, Toscana, Chianti e Piemonte, mas especialmente na
região de Montalcino, onde o narrador esportivo brasileiro Galvão Bueno tem
parceria com o enólogo Roberto Cipresso para produzir vinhos brunello. Na serra
gaúcha, segundo pesquisa da Universidade de Caxias do Sul e Ibravin, os
produtores tem propriedades com até 2 hectares, em média. O mundo do vinho está
repleto de exemplos de pequenas propriedades com pequena produção, alta
reputação e provavelmente excelente margem de lucro.
Veja a seguir a entrevista que Rogerio Ruschel deu sobre o assunto para Vinetur (foto acima), o mais importante portal espanhol sobre vinhos.
“Rogerio Ruschel: “El proyecto Microviña es perfectamente exportable a Brasil”
En
Brasil todavía se asocia el minifundio con tierras con muy poco valor
productivo y cultivadas por agricultores con pocos recursos económicos. Por
ello, Rogerio Ruschel, periodista internacional y experto brasileño en markéting ecológico, considera muy
positivo que proyectos como el de Microviña se exportasen a Brasil porque
supondría generar riqueza. Rogerio Ruschel dictará su ponencia a través de
videoconferencia el próximo 8 de noviembre dentro del II Curso Microvinya
organizado por la Universidad de Alicante.
¿Qué percepción
se tiene del minifundio en Brasil?
La realidad
entre España y Brasil es muy diferente. Brasil es prácticamente un continente.
Su extensión es dieciséis veces España. La extensión cultivada en Brasil,
con datos de 2012 es de 68 millones de hectáreas y el valor de lo que se
produce es de 67 billones de euros. El modelo brasileño de agricultura,
históricamente, se ha orientado para la producción y exportación de productos
como la soja, naranja, café y caña de azúcar. Hace muy poco tiempo que el gobierno
brasileño ha empezado a otorgar ayudas para incentivar a los pequeños
productores. A destacar las iniciativas del presidente Lula a partir de 2003 y
que tenían como objetivo paliar el hambre de una parte de la población.
Lo que
quiero decir con esta introducción es que en Brasil el minifundio se asocia con
personas pobres y con tierras con muy poco valor productivo. Es el gobierno
quien compra los productos producidos en los minifundios para repartirlos entre
los colectivos necesitados.
Por lo que
respecta al vino, en 2013, la producción vitivinícola se distribuía en 84 mil
hectáreas cultivada por unas 1150 empresas en seis regiones del país. La gran
mayoría de los productores tienen extensiones de unas 2 hectáreas. Pero las
nuevas inversiones las están realizando compañías internacionales, sobre todo
en la región de Campaña, cercana a la frontera con Argentina y Uruguay.
¿Existen
experiencias similares al proyecto Microviña en Brasil?
La industria
del vino en Brasil es muy pequeña. Con datos de 2012 podemos decir que la
producción de vinos en España multiplica por diez la de Brasil y me atrevo a
decir que cuando tengamos los datos de 2013 la diferencia será de once. No
tenemos experiencias similares al proyecto Microviña. Lo que tenemos son
algunas familias que transmiten sus conocimientos de padres a hijos en pequeñas
áreas pero que todavía no tienen ni los conocimientos ni la formación
suficiente para competir en el mercado. Sí que hemos podido comprobar en los
últimos cinco años que está surgiendo una nueva generación que está interesada
en producir vinos, pero no tenemos resultados todavía, no los podemos evaluar.
¿Puede ser
el proyecto Microviña exportable a Brasil?
Si. Yo creo
que el concepto es perfectamente exportable a Brasil, pero tiene que ser
adaptado a su entorno, a las políticas y al mercado. Y pienso que también sería
posible hacer que profesionales de clase media como médicos, ingenieros o
pequeños emprendedores se interesaran por llevar adelante proyectos como el de
Microviña. Además, en Brasil hay clase media de origen español.
¿Qué es lo
que más le ha llamado la atención del proyecto Microviña?
Microviña es
un proyecto cien por cien completo en términos de sostenibilidad
socioambiental. Para mí es la principal calidad: conseguir un equilibrio de
conjunto. Microviña es una demostración de que es posible producir vinos con
mucha calidad, con puntuaciones por parte de los expertos muy elevadas y con
unos valores ecológicos y sociales superiores en áreas pequeñas a partir de
viñedos antiguos abandonados y que han sido recuperados.
¿Puede el minifundio ser generador de riqueza?
Por supuesto
que sí. De hecho ya lo está haciendo. Está generando riqueza social, ambiental
y, por supuesto, económica.
A entrevista
está em: https://www.vinetur.com/2014102317125/rogerio-ruschel-el-proyecto-microvina-es-perfectamente-exportable-a-brasil.html#
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